¿CÓMO AYUDAR A LOS NIÑOS A SUPERAR LA PÉRDIDA DE ALGUNO DE SUS PADRES?

Es oportuno resaltar que la pérdida de la figura materna frente a la pérdida de la figura paterna se enmarca en grandes diferencias debido a que las madres tienen la oportunidad de establecer fuertes vínculos con sus hijos desarrollados durante la gestación. Otro caso especial es que, cuando el bebé nace y es amamantado por su progenitora se refuerzan los vínculos de afecto y se créan nuevos vínculos como el apego seguro (Hernandez, 2012).

Lo anterior no significa que en todos los casos la figura materna sea el referente afectivo más importante para los hijos. La diferencia entre el rol materno y el rol paterno radica en que la anatomía del padre biológicamente no se encuentra diseñada para establecer con sus hijos los mismos vínculos que se pueden establecer con la figura materna, por lo que la progenitora podría sentirse en ventaja al brindar afecto y protección, por ejemplo, mediante la lactancia a diferencia del padre. Por ello, el progenitor no debe dejar de lado su ejercicio y rol paterno para atribuir la responsabilidad total del cuidado y protección de los hijos a la figura materna.

Por los que refiere al fallecimiento de uno de los progenitores, existen características específicas que ayudarían a los hijos a superar dicha ausencia y podrían funcionar ante la pérdida del padre o ante la la pérdida de la madre. Como se mencionó anteriormente, no existe un argumento del todo cierto como para afirmar que el fallecimiento de alguno de los progenitores es mayormente significativo que el otro, ya que el principal referente afectivo para el hijo siempre será de las estrategias que cada progenitor haya utilizado para que su hijo se sienta plenamente convencido de que tuvo el afecto y apoyo necesario. Según Egoscue (2005), las principales características que favorecen en el hijo el afrontamiento de la pérdida del padre o de la pérdida de la madre son las siguientes:

  • Las personas que pasarían a asumir el cuidado y protección directa sobre el niño (a), deberán proporcionar información clara sobre lo que ha ocurrido con el padre o madre que ha fallecido.
  • Se deberá explicar al niño (a) que él o ella tiene derecho a plantear cualquier tipo de preguntas frente a la perdida de su padre o madre y que se le dará respuesta del modo más honesto posible.
  • Se debe permitir que el niño (a) participe en la aflicción de la familia, como por ejemplo, en las ceremonias funerarias de despedida o conmemoración.
  • El niño (a) deberá contar con la presencia y apoyo del padre o madre sobreviviente, o bien de un sustituto de confianza que le garantice una relación afectiva continua.
  • Es muy importante que las personas que rodean al niño (a) le expliquen asertivamente que su progenitor o progenitora ha fallecido, pero no deberán impedir que el menor considere la esperanza de volver a ver a su madre o padre con vida.

Referencias:
Egoscue, M. (2005). Primeros auxilios psicológicos.(pp. 01-376). Mexico: Edicciones culturales Paidos S.A.

Hernandez, J. (2012). La unión entre la madre y el bebé se da por el apego que comienza antes de la gestación.

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